miércoles, 27 de abril de 2022

1 DE MAYO

Relatos de los jueves



Nos juntamos las amigas a tomar un café en una terraza. Hablamos de todo y sobre todo lo que queríamos para el día de la madre, el primer domingo de mayo. Estaba claro que las madres hoy no son como antes. Entre risas y buen humor, alguna se pedía un satisfyer u otros juguetes. Otras, un crucero single.

Yo acababa de separarme muy traumáticamente. Mi ex era demasiado clásico. En yodo. Eso del sexo oral era hablar poco por lo que mi imaginación volaba al tiempo que mi agote crecía. Fantasías y deseos se iban acumulando en mí. En una salida, una gitana nos ofreció una flor. Nadie compró. Terminé cogiendo una y dándole una buena propina. 

—Que se cumplan todos tus deseos —exclamó en voz alta, colocando la palma de su mano en la mía. 

Me pareció un sueño o quizás una pesadilla. Cuando desperté, mi sexo estaba totalmente empapado. Había tenido un orgasmo increíble y sin conciencia de ello.
Las siguientes noches fueron la cosa fue a más.  No sé porqué pensé en acudir a un sacerdote. Pero qué me diría él más allá de los salmos. Ir al médico tampoco tenía mucho sentido. Los sueño, sueños son. Mas cuando me venían en un duermevela, mis propios gemidos me despertaban. Curiosamente, Marcelo parecía ajeno a mi parecer.

Fantasma, fantasía, mi propia mente, mi necesidad, mis ganas... Boca arriba, boca abajo, a cuatro patas, amparada en algún apoyadero. Sea lo que sea qué o quién lo provoca, lo siento tan real que, simplemente, estoy empezando a disfrutarlo.

martes, 12 de abril de 2022

VOLANDO

Relatos de los jueves



Solo pensaba en llegar a la playa. Ella había elegido el mismo hotel que el año anterior, por tanto, yo estaba libre de cualquier suspicacia. Esta vez íbamos solos, sin hijos. Adolescentes. Ya se sabe.
Una antigua compañera de curro trabajaba en él de camarera. Hace algunos años, en la cena de empresa, antes de que se fuese a la playa a trabajar, recuerdo cómo se acercó a mí  lanzando su melena por encima de nuestras caras y besándome despacio. Me pidió que la acompañara al baño.

 —¡Nina! —dije en voz alta, sin darme cuenta. Mi pareja pegó un grito para despertarme de mi ensoñación. Hay otras maneras pero eligió esa. Pedí disculpas mientras ella  me miraba con incredulidad. Tuve que dar marcha atrás para salir de una calle de dirección prohibida. Resoplé y seguimos camino —Vaya susto, ¡eh! Solo me he despistado. Eso le pasa a cualquiera...

Ya en el hotel me preguntó por el nombre que había pronunciado. Por supuesto, alegué amnesia  y me hice el loco aunque podría haberme inventado cualquier  cosa. Aun así, me sirvió para no dejar que mi mente volara y estar alerta todas las vacaciones. Fueron mis mejores vacaciones pendiente, únicamente, de disfrutar de mi pareja.


miércoles, 6 de abril de 2022

LA ESCALERA

Jueves de relatos




Subimos al último piso por una empinada y estrecha escalera. 

- Esta es la habitación que hay que pintar -me dijo.
 
Sabía que mi presupuesto era el más barato que había recibido y, en realidad, lo hice con la intención de encontrar tiempo a solas con ella. Era unos diez años mayor que yo y siempre me sonreía muy amablemente, consciente de que no le quitaba los ojos de encima e intentaba coquetear con ella. Incluso cuando estaba acompañada por su marido, vendedor de décimos de la ONCE.
Me dejó pintando y lo acompañó a su caseta de venta. Cuando volvió, subió a ver si necesitaba algo. Fue entonces cuando me pequé a su cuerpo y me atreví a besarla. Ella se retiró mis labios despacio y siguió sonriendo.

- No me importa que estés casada porque estoy loco por ti. Lo sabes de sobra, se me nota hasta en los andares.
- Te veo muy despistado, mi niño. No es mi esposo, es mi hermano. Y siempre te sonrío porque eres el único que no debe saber que soy lesbiana y me hacen gracia tus intentos, pero estoy enamorada de mi pareja.

En ese instante, una voz de mujer se hizo oír por la escalera: «¿Queréis un refresco?».

Hay negocios que no salen bien pero te enseñan mucho.