martes, 22 de febrero de 2022

MATICES

Jueves de relatos


Me ronroneó y se acercó peligrosamente, sentía su respiración agitada y su pecho al henchirse rozar el mío. Fue un beso suave en sus labios carnosos seguido de varios más. Cerré los ojos y atrapé su labio inferior, acariciándolo con mi pulgar, lamiéndolo, mordiéndolo. Enterró su lengua en mi boca y sus labios poderosos devoraron los míos. Como dos enfermos nos dejamos llevar sin dejar oxígeno entre nuestros cuerpos.


Mis manos subieron su falda, sentándola en la mesa. Follamos de una manera furiosa, sin control y al acabar nos dolían los labios de besarnos como locos. 
 
Todo ocurrió después de que escuchara de mi boca un comentario entre amigos, que jamás había besado a alguien de color. Ella era mi mejor amiga y confidente. Habíamos crecido en el mismo barrio. Su madre española y su padre de algún país de África. 
Me llamó racista y me provocó hasta que sucedió este encuentro. Sintió ese morbo insano hacía mí, y, yo, la atracción de lo desconocido. Fue el cóctel perfecto para perder la voluntad y cualquier punto de cordura.


miércoles, 16 de febrero de 2022

INCIERTO

Relatos de los jueves
"A la carta" (Participantes)


A veces las cosas se tuercen solas y no conseguimos que nada salga bien. Mi futuro es incierto ahora mismo. 
Min se ha marchado a Corea, su esposo la ha llevado de vacaciones. Aunque ella me dijo que deseaba tener otro hijo estaba claro que era su manera de asegurarse que será suyo. Es muy posesivo. Antes de irse tuvimos sesiones de sexo pleno. Creo que disfrutamos con el mismo morbo sintiendo la posibilidad de que sea mío. 

Mi compañera de oficina, después de unas semanas viéndonos, -se podría decir que empezábamos una relación- llegó al piso sin avisar y pilló a la vecina tumbada en el sofá. Esa puta manía que tiene de tomarse mis cosas como suyas. Se había roto su lavadora y había usado la mía para lavar su ropa. No sé por qué andaba medio en pelotas por la casa. Algo que mi cuerpo agradecía, todo hay que decirlo.

Me llamó de todo. Mi vecina, viendo la movida de marras, se piró escaleras abajo poniendo tierra de por medio, perseguida por la mirada de fuego de mi compi de oficina. En el fondo, la muy cabrona, disfruta como un pato en un estanque. Intenté calmarla y besarla, pero me pareció que el último improperio que usó fue "asaltacunas" y pervertido. Cuando dije "esto no es lo que parece", ¡qué frase más estúpida, por favor!, se lanzó escaleras abajo siguiendo la estela de mi vecinita, pareciendo aquello un eslalon gigante de esquí. 


Mi futuro con todas mis chicas es incierto. Dicho sea de paso, ha sido un finde de secano: por viaje, por exceso de confianza o por las apariencias, nunca mejor dicho: Como decía aquel, me pasa por bueno. Pareciera que huyen de mí.

miércoles, 9 de febrero de 2022

LIENZOS

Jueves de relatos


Laura era una mujer que le gustaba ir siempre arreglada. De más joven le decían que sus facciones eran muy marcadas y tenía cara de mala. Esas bromas no le hacían gracia ninguna. 
Cada día necesitaba no menos de una hora para ponerse guapa: maquillaje, coloretes, raya de ojos, sombras y toda clase de complementos. Labios perfilados y muy pintados, escotes al mismo tono que su cara. Al finalizar del día casi otra hora para limpiar y cuidar su piel antes de acostarse. Realmente, era un auténtico ritual.

El éxito con los hombres era evidente. Se veía una mujer espectacular. Llevaba un tiempo con un hombre joven que jamás la había visto sin maquillar y que lo tenía loquito. El problema era su familia que después de echarse novio no entendía que se arreglase tanto, afeándole el exceso con frases como: "Hija te has pintado como una puerta", "se te acababa el colorete y lo has terminado", "te ha pintado tu sobrino", etc. 
No entendía que después de tantos años le recriminarán su forma de arreglarse, ella tenía personalidad propia. 


Harta del tema, llegaron las bodas de plata de sus padres. Apareció de esta guisa, dejando a todos sin palabras. Se acercó a su chico preguntando si estaba guapa, él después de tragar saliva le contestó que siempre estaba preciosa. Ella sonrió mientras le acariciaba la cara.

- Ahora sí voy muy pintada -se dirigió a los presentes-. Espero que vean la diferencia y no tenga que soportar más criticas sobre este tema. 

Después de aquel día no hubo más comentarios, al menos directamente en su cara, claro está. Todos preferían verla tan bella como de costumbre aunque había que reconocerle el arte mostrado en su desplante.

miércoles, 2 de febrero de 2022

AkELARRE

Jueves de relatos


La primavera siempre altera su sangre y se convierte en dulce y amorosa . Aún es invierno, finales de enero, aunque los almendros empiezan a florecer y la irreverencia de su personalidad se ve alterada en el mismo florecer de aquellos.
En algunas ocasiones pone música, danza desnuda ante mí, me susurra, me lame, se insinúa con un descaro mágico llegando a poseerme de una manera salvaje a la vez que mimosa.
La miro hipnotizado participando de su akelarre. La escucho cantar y tararear o, tal vez, aullar. Su voz se confunde con la música. 


Suele durar unos días en este estado. Su descaro es tal que ni se le ocurre cerrar las cortinas. Tampoco le importa que nos vean aparearnos como dos animales. Me subyuga y arrastra a esa desvergüenza. Me enorgullece y nos vemos elevados en ese morbo de ser vistos desde el otro lado de los cristales. Aúlla salvaje, bajo el astro mientras nos contempla desde su cielo. Entonces, ella me sonríe y contemplo esa lujuria que se desborda de su mirada. Comprendo quién es, qué es, cómo es.... y cómo florece, cómo se abre... tal cual una flor en primavera.
Esa fase de luna le afecta en su comportamiento, es la luna de los lobos.