El Cronicario



La Real Academia Española distingue dos acepciones que frecuentemente hacen confusa la interpretación del término crónica por la incompatibilidad de significados: Mientras la primera acepción hace referencia a la capacidad de analizar y juzgar de forma neutral, imparcial y desinteresada para extraer pros y contras sobre algo en cuestión, la segunda hace referencia a la búsqueda exclusiva de contras, defectos o errores de forma parcial, sesgada e interesada. 

Esta peculiar propiedad, dificulta identificar un discurso sesgado y centrado en enfatizar aspectos negativos (sean o no verdaderos), de uno realmente imparcial, al quedar enmascarado por la ambigüedad del término. Esto no sucede al destacar aspectos positivos de la misma forma parcial, sesgada e interesada, en cuyo caso si es fácilmente identificado y tildado como discurso sectario.

Por todo ello, desde mis <Crónicas charlianas> plasmaré aquello con lo que no estoy de acuerdo, con lo que sí, con lo que me provoca emociones contrarias, con todo aquello que, como ciudadano, me afecta, motivándome o desmotivándome, acerca de todos aquellos acontecimientos sociales, políticos, económicos que, desde mi punto de vista, considero oportuno reflexionar.