sábado, 2 de octubre de 2021

TENSIÓN




- ¡Cómo te quiere mi hija! -me dice. 

Con la pandemía nos damos dos besos con mascarilla pero, poco a poco cada vez, me acerco más a su boca, rozando su comisura. Ella me mira, no dice nada. Toca mi pecho o mi cara, cariñosamente. 
Otros dos besos notando sus labios y cuando giro la cara me quedo en su boca, por encima de la mascarilla, claro. Con los siguientes besos noto sus labios medio abiertos. 
No pasan los años por ella, me ha atraído desde siempre, está más sexy que su hija y así la piropeo. 

- Ya soy madura- se excusa.
- Sí, estás madura, porque se te puede comer entera y punto -contesto. 

Ya no usamos mascarilla por la calle. Nos vemos el primer día sin ella, quedamos frente a frente sin decir nada…