jueves, 23 de septiembre de 2021

MENTIRAS ARRIESGADAS


Relatos de los jueves


Iré más allá de las mentiras patológicas, enfermizas, engaños o miserias. Hablaré de las mentiras que ponen en riesgo nuestras propias vidas o la de los demás.
¿Tiene límite nuestra inteligencia? Individualmente somos inteligentes; colectivamente, cada vez somos más estúpidos.


“La selección natural del hombre es cosa del pasado”. Puede parecer una tesis discutible, pero es la que el biólogo Gerald Crabtree defiende en dos artículos publicados en la revista científica Trends in Genetics que, bajo el nombre de "nuestra frágil inteligencia", nos recuerda que hace tiempo que alcanzamos el cénit de nuestra inteligencia y que desde entonces no hemos hecho más que ir a peor.

Están los negacioncitas de todo tipo, son los que ven conspiraciones por todas partes. Dirigidos por figuras populares que repiten mentiras tantas veces que ellos mismos las creen de verdad. 
Una de las ultimas fue que la tierra era plana una asociación creada con 8.000 personas. Anti vacunas, anti mascarillas y anti prácticamente todo, poniéndose en peligro ellos y a los demás.
Hay 8.000 municipios en España de más de 1.000 personas. A un tonto por cada pueblo sale las asociaciones de marras. Nos dejamos influir por la masa urbana y el colectivo.

Están las fake news, difundidas por medios de comunicación con estómagos a sueldo y por partidos radicales, haciendo bueno lo de “una mentira repetida mil veces se convierte en verdad” sea o no la más estúpida del mundo. Sus votantes o lectores necesitan un enemigo a quien insultar o, peor aún, atacar. Maricones, trans, vagabundos, mujeres, negros, rojos y un largo etcétera. 
 
Hacemos lo que los animales nunca harán en su manada: dejar que nos guíe el más tonto de ella, simplemente, por cuestiones económicas, decorativas o de ocio. 
Tradiciones como las de islas Feroe en Dinamarca donde se matan a 1400 delfines por diversión es un claro ejemplo de los muchos que hay. Individualmente seguro que a muchos les horroriza pero nos dejamos influir por el colectivo.

 No extinguiremos solos. 

jueves, 16 de septiembre de 2021

TENTATIO

Relatos de los jueves



Faltaba un mes para mi boda y mi novia me pidió ir a casa de su mejor amiga, Melisa, que tenía preparadas unas cajas para llevarnos al nuevo apartamento. Me sorprendió su vestimenta. Un vestido muy cortito y atrevido. bajo el que se identificaba toda su anatomía.


Se abrazó y pegó a mi cuerpo notando mi excitación. Sofoco el mío. Me besó descaradamente y me murmuró al oído: 

-En unos días estarás casado. Siempre me has gustado así que el momento es este. Ahora o nunca. No llevo ropa interior, decide si quieres follarme como despedida -concluyó atusándose el pelo y dejándome ver bajo el vuelo de su falda la perfección de un pubis depilado.

Por un momento dudé. Mis manos se posaron en sus glúteos cuando recordé que en el coche tenía preservativos para urgencias.
 
Ya dentro del coche, buscando en la guantera escuché a mi novia por detrás.

 - No hace falta que te vayas. Perdóname, ha sido una prueba que te hemos puesto. Ahora ya me fiaré de ti siempre... -Me habló emocionada, abrazándome. Resoplé y se me cruzaron mil ideas, ninguna demasiado buena en ese momento.
- Ya hablaremos. Me voy a casa. Esto es muy embarazoso.  

Moraleja. Guarda siempre los preservativos en el coche. 

lunes, 13 de septiembre de 2021

VIGILIA

Pedí comida china que trajo Min, mi coreana. Se disculpó por sus palabras en el restaurante a mi vecinita al haberla llamado zorra y de paso me entregó sus bragas, aquellas que por urgencia se puso en mi apartamento. Estaba algo molesta por todo lo sucedido. La abracé y besé como si no hubiera mañana pero se marchó deprisa. 

La cena estaba preparada para mi compañera de trabajo. La ultima cena fue un caos. Serví vino tinto de Rioja Azpilicueta, desplegué todos mis encantos y en la segunda copa ataqué.


 - Me tienes enfermo, quiero desnudarte y hacerte el amor -le susurre al oído mientras la besaba. 

Ella estaba dispuesta como yo.  Después de los preliminares le quité sus bragas, me arrodillé ante ella lamiéndola con lujuria, sus grititos se hacían escandalosos, hasta que me levantó por los pelos.
 
- Esto me resulta vergonzoso. Llevo muchos años sin sexo en mi vida, debes tener paciencia –decía con voz entre cortada.

Retiré la comida, casi al estilo peliculero, y la tumbé sobre la mesa. Elevé sus piernas y la penetré con firmeza, pero sin furia. Comprensivo. Al cabo de unos minutos gritó y se apartó. Reconozco que me quedé sorprendido.

- ¡Hay alguien viéndonos!

Era la cabrona de mi vecinita que entonces salió cerrando la puerta. Intenté calmarla mientras iba recogiendo sus cosas algo alterada-. Otro día tal vez... Por hoy es suficiente. -Y con otro portazo también se marchó.

Me sentí el estúpido mayor del reino. Ahí estaba yo, con los pantalones a la altura de los tobillos dando pasitos como un pìngüino emperador hacia la puerta con la que me dí de bruces.  Otro portazo y me convertirían la puerta en batiente o se me descolgarían los cuadros de la pared porque lo otro lo tenía como dos pelotas de tenis. Como un burro.


Llamé al restaurante de Min, 
- Ven esta noche o voy y te preño sobre el mostrador. Le dije
Resulto ser la dueña me recitó una retahíla en chino y acabo diciéndome- Celdo.
Me duché  y escuché el sonido de la puerta. ¡No podía ser!

 – Lo siento, solo subía a dejarte las braguitas de Min. Me apetece ver una peli contigo, estoy en mis días y ando algo ñoña.

Mi compañera también se dejó las bragas en la mesa con las prisas. Coloqué las tres prendas intimas en mi cama y solté una carcajada... Por no llorar.

jueves, 2 de septiembre de 2021

PRIDE

Jueves de relatos


Recuerdo las palabras de mi madre, "no os peguéis". Las de los profes, "son niños. Si actuamos es peor. Tienen que encontrar su personalidad". Es en los colegios donde empieza el bullying
Varios cambios de colegios, y en ambos me pegaban. No tenia amigos. Me dejaban mensajes horribles incluso tuve varios intentos de suicidio que ellos celebraban con risas. Los días ingresados en el hospital.
Cuando la conocí me defendió contra todos. Solo ese verano, cuando le agredieron a ella, mi alma cambió. Y sentí la ira y el odio. Me lancé a ellos gritando, pegando, mordiendo... Entonces me acusaron de inestable mentalmente y de violento. 
Ahora tenemos amigos en común y cuando recibo, al cabo de los años, algún mensaje yo paso de contestar pero mi amor sigue peleando por la red. 


El último decía “tu mejor amigo” con una soga de horca dibujada. Ella contestó con esto. Ahora me hace sonreír su maravillosa soberbia.