miércoles, 14 de abril de 2021

MALDITOS

Jueves de relatos


Nunca se deben hacer promesas que no puedas cumplir, demasiadas expectativa no son buenas. Le hablo del amor como si lo conociera, como si supiese lo que es. No estoy equivocado, jamás he conocido a nadie como ella. Su corazón es puro. Estoy atrapado en él y en cada palabra que  ella dice. Es lo mejor que me ha pasado nunca. Cada vez que la toco, la beso..., le hago el amor, su rostro se sonroja, tiembla y me pide amor eterno.

Hoy he despertado sudando con remordimientos. Siendo adolescente de nuevo, una casa del pecado, mi casa. Consentido por ellas, sin asistir apenas a clase, acalorado al presenciar peleas sin saber muy bien por qué. El premio era yo. Aprendí todo sobre el sexo y nada respecto al amor. 


Me ducho y vuelvo a mi mundo. Hoy tengo una entrevista. Conoceré a mi padre por primera vez. Vendrá acompañado de mi madre. 

Su aspecto es parecido al mío. Me habla del mundo de Dios, el Demonio y las tentaciones. Su boca ya no se mueve,. Ha pasado más de una hora. Miro a mi madre, ella asiente. 
Todo lo que soy y necesito saber me es revelado. Mis ojos se llenan de lagrimas. El llanto llega a ser inconsolable. Llamo a mi amor. Le digo que he conocido a mi padre y que quiere que vaya a vivir con él un tiempo. Ella lo entiende y me dice que no la olvide y que se alegra mucho, aunque es algo precipitado. A mi regreso, se me entrega un sobre con una gran suma de dinero. Mi madre me pide que siga mi destino. 

Siento un futuro incierto. Un cataclismo en mi interior. No volveré a verla. Me traslado a Barcelona, cambiaré el número del móvil y me han conseguido trabajo. Mi vida orquestada y lejos de mi amor por siempre.
Los hijos no debieran pagar los errores de sus padres. Echaré de menos su aroma, su aliento, su respiración, su risa..., su maravillosa risa.
Somos hermanos, me digo y me maldigo.