A veces las cosas se tuercen solas y no conseguimos que nada salga bien. Mi futuro es incierto ahora mismo.
Min se ha marchado a Corea, su esposo la ha llevado de vacaciones. Aunque ella me dijo que deseaba tener otro hijo estaba claro que era su manera de asegurarse que será suyo. Es muy posesivo. Antes de irse tuvimos sesiones de sexo pleno. Creo que disfrutamos con el mismo morbo sintiendo la posibilidad de que sea mío.
Mi compañera de oficina, después de unas semanas viéndonos, -se podría decir que empezábamos una relación- llegó al piso sin avisar y pilló a la vecina tumbada en el sofá. Esa puta manía que tiene de tomarse mis cosas como suyas. Se había roto su lavadora y había usado la mía para lavar su ropa. No sé por qué andaba medio en pelotas por la casa. Algo que mi cuerpo agradecía, todo hay que decirlo.
Me llamó de todo. Mi vecina, viendo la movida de marras, se piró escaleras abajo poniendo tierra de por medio, perseguida por la mirada de fuego de mi compi de oficina. En el fondo, la muy cabrona, disfruta como un pato en un estanque. Intenté calmarla y besarla, pero me pareció que el último improperio que usó fue "asaltacunas" y pervertido. Cuando dije "esto no es lo que parece", ¡qué frase más estúpida, por favor!, se lanzó escaleras abajo siguiendo la estela de mi vecinita, pareciendo aquello un eslalon gigante de esquí.
Mi futuro con todas mis chicas es incierto. Dicho sea de paso, ha sido un finde de secano: por viaje, por exceso de confianza o por las apariencias, nunca mejor dicho: Como decía aquel, me pasa por bueno. Pareciera que huyen de mí.