La visita inesperada - Eduardo Zamacois y Zabala |
Roma, mediados del siglo XIX
Las visitas al piso del maestro pintor eran constantes y habituales. Difícil distinguir entre musas o amantes. Una de las tardes sonó la puerta insistentemente y el pintor recompuso su ropa como pudo y, sujetando su paleta de colores, abrió.
- Monseñor, vaya visita inesperada. Ahora no puedo atenderle. Estoy en plena creación.
- Venía a pedir un retrato pequeño para la parroquia pero veo que sí está ocupado...
Avisado por fieles pías quería atestiguar por sí mismo, y ahí se presentó, asomando sus narices hasta alcanzar a la modelo. Ella, apurada, se cubrió ocultando sus encantos pero dejando apreciar su rostro.
El eclesiástico se despidió con una sonrisa malvada. La señora formaba parte de la aristocracia de Roma. La curia sabría sacar partido de forma política, económica y carnal. Seguramente, él también.
El miedo al pudor, a mostrar el cuerpo, nos hace cometer errores graves. Nadie reconocerá nuestros miembros normalmente tapados y sí nuestra cara siempre liberada.
Como dijo Einstein "es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio".
Hmmm ¡Bien que asomó sus narices el desgraciado fisgón, queriendo ver lo que no pudo, pero como bien dices,le sacará provecho con chantajes e indulgencias. Gracias por sumarte, a mi convocatoria, CHARLY, y no, no llegas tarde puesto que cierra mañana. Un placer poder leerte.
ResponderEliminarAbrazos
El poder de alguno descansa en los secretos de otros, fisgando o simplemente escuchando en confesión.
EliminarGracias por comentar
Un placer tu visita
Beso
Muy bien la historia que te has montado en honor al cuadro. Y vaya la iglesia siempre tiene que estar en todos lados ..como Dios ajjaja. Me gusto.
ResponderEliminarUn abrazo y te deseo un feliz fin de semana.
Llevan 2000 años viviendo de lo mismo, el miedo.
EliminarGracias por comentar
Un placer tu visita
Beso
Parece que el visitante tenía algo en común con el pintor, con más malicia, que escándalo, al ver cual era la modelo, una bella mujer de la aristocracia. Y tal vez el eclesiastico haya reconocido a la modelo, no sólo por su cara.
ResponderEliminarNo era raro que un monseñor tuviera amantes. Ni la similitud entre las amantes y las musas del pintor.
Muy bien contado. Magistral relato.
Saludos.
Gracias por comentar Demi.
EliminarSeguramente coincidieran con alguna aristócrata caprichosa.
Un placer tu visita
Abrazo
no hay quien escape a esa red de espias pias. si es verdad que hubiera sido mejor que le dejara ver el culo en vez de la cara. ahora tiene mala salida. esa prejuicio ha menguado en tamaño con el paso de los años, pero aun no ha desaparecido
ResponderEliminarabrazoo, charly
Seguimos educando en el miedo y el pudor como si nuestro cuerpo desnudo fuera pecado.
EliminarUn placer tu visita Gabi.
Gracias por venir.
Abrazo
Jaja me imagino la cara de ese cura mal llevado! Muy buenas reflexiones finales. Un abrazo Charly
ResponderEliminarLos pecados son la gasolina de la iglesia y dejan poso en nuestra mente a lo largo de los siglos.
EliminarGracias por comentar Neo.
Un placer tu visita
Beso
¡Ay, los intereses creados como decía Galdós! Apenas pudo ver nada pero suficiente para sacar algún provecho de ello. El poder en manos inadecuadas produce muchos quebraderos de cabeza pero cuando el rumor va de boca en boca, se acaba haciendo verdad.
ResponderEliminarUn beso enorme, Charly.
Feliz fin de semana.
EliminarSiempre sacamos más beneficio de lo que callamos, si sabemos jugar bien las cartas, ellos son expertos.
Gracias por comentar Mag.
Un placer tu visita siempre
Besos
Jajaja muy astuta la Iglesia, como siempre.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu fino humor.
Un abrazo
Ya sabes el dicho " con la iglesia hemos topado" Siempre saldremos perdiendo.
ResponderEliminarGracias por comentar
Un placer tu visita Tracy.
Abrazo
Muy bueno, y ojo, que no siempre es oro todo lo que reluce. Con los encargos parroquiales, poca broma :-)
ResponderEliminarUn abrazo
Yo tengo claro que no tendré conflictos con ellos, por mi parte, siempre se sale perdiendo.
EliminarGracias por comentar.
Un placer tu visita.
Beso
Ja ja ja, con la iglesia te has topado...
ResponderEliminarTú y yo elegimos el mismo cuadro, y ambos ,en cierto mod, le hemos interpretado con un toque de humor...
Por cierto , la dama no puedo aguantarse y le mostró su rostro, mujer vanidosa y a la vez tonta...
Me ha gustado mucho tu interpretación.
Feliz domingo y te envío un beso .
Cada uno lo puede interpretar a su manera, ese cura asomándose da para mucho.
EliminarGracias por comentar
Un placer tu visita
Beso
Me encanta este texto. No deberíamos tener vergüenza de nuestro cuerpo nunca.
ResponderEliminarY muy bien hilado lo de taparse el rostro, en lugar de las partes más íntimas, como en ese "beso" de Magritte.
Mil besos.
Así es, esos prejuicios...
EliminarUn placer tu visita
Beso
jajaja pues es verdad... debería haberse tapado el rostro! Madre mía, esa persecución de culpables...
ResponderEliminarBuen relato
Bss
Gracias por el comentario, hasta hoy no lo recibí.
EliminarEl rostro siempre jeje
Un placer tu visita
Beso
Vaya vaya con el Monseñor. Ejem. Muy buena interpretación que le has dado a la pintura.
ResponderEliminarUn placer leerte, Charly.
Besos.
Gracias por comentar María
EliminarCon la iglesia hemos topado.
Un placer tu visita
Beso
No he leido los otros con uno me basta
ResponderEliminarplacer el haber estado por aqui
Un placer tu visita y gracias por comentar
EliminarBeso
¡Vaya con el eclesiástico!
ResponderEliminarMe gustó mucho el hilo de pensamientos de tu relato, Charly, sobre todo con la frase de Einstein como la guinda del pastel.
Un besazo y feliz lunes
Los Genios, lo son por algo.
EliminarGracias por el comentario
Un placer tu visita
Beso
Con un pequeño toque o guiño a Sade, el relato. Esos sacerdotes libertinos, jeje.
ResponderEliminarHombres con faldas, que han tenido y tienen mucho poder y llevan 2000 años viviendo del miedo.
ResponderEliminarun placer tu visita
Abrazo