La primera vez que conocimos, al final de la noche, intimamos en mi coche.
La semana siguiente volvimos a vernos y nos dijimos nuestros nombres de nuevo —tal vez no los recordábamos o quisimos asegurarnos. Ella era más joven, no hablamos de las edades ni de nuestras vidas privadas, tan solo preguntó si tenía algún apaño serio, a lo que respondí negando y ocultando que estaba separado—. Nos recorrimos más despacio y, ambos, disfrutamos más intensamente.
En la siguiente ocasión, la llevé a mi apartamento. Tan solo coincidíamos los fin de semana y follábamos sin descanso.
Una de esas, sentada sobre mi cuerpo, desnuda, acalorada y entregada, me susurró:
—Cuando tengamos más confianza te invitaré a un café en mi casa.
Solo puede sonreír visualizando la escena. Para tomar un café hay que tener confianza, pero para follar...
La pregunta de ella si la analizas te da una pequeña idea de lo que es más importante en esta vida. Y esta claro que una taza de café, es más prioritario que el sexo... Un abrazote grande y encantada de leerte.
ResponderEliminarIneresante encuentro,las tremendas historias empiezan asi.Un abrazo!!
ResponderEliminarPara fallar solo hacen falta ganas. Pero parece un poco desconsiderada. El prota ya le ha invitado s su casa, y ahí si wue hace falta confianza. Si luego la invita a café, está siendo él más entregado.
ResponderEliminarAbrazo
uf, qué conclusión más acertada y extraña. Pero hay quien gusta de la pasión con cierto peligro.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz finde
Pues sí, para algunas personas así es.
ResponderEliminarBesos.
Interesante que para tomar un café sea necesario tener confianza. Cuando se ha tenido sexo intenso.
ResponderEliminarSugestiva imagen.
Saludos.
Te gustan los traseros yo prefiero el delantero
ResponderEliminarjajaja
beso❤️
Nada mal, Charly.
ResponderEliminarCon un café se comienzan grandes relaciones.
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