A propósito de Charly

viernes, 19 de abril de 2024

MALUM


He estado mucho tiempo ausente, en silencio, pero mis pasos, aunque no muy lejos de aquí, habían tomado otros derroteros, tanto en lo personal como en lo profesional, con cambios muy incisivos en mi vida. Pero este camino intenso entre letra también ha sido una balsa a la que subirse en medio del naufragio y me ha servido para dibujar una historia que muchos de vosotros, en cierto modo, ya conocéis porque nació aquí, en este blog, como una relato breve más que fue tomando forma.

Os estoy hablando de Malum, que ha tomado vida en un libro que lleva su mismo nombre. Es una novela de ficción, de literatura fantástica y también podría catalogarse de novela negra, pues cuenta con todos los ingredientes oscuros para encajar. Hay aspectos curiosos del personaje principal, el cual se rodea de seres tan especiales como él y con humanos que muestran tanto su luz como sus sombras. Ubicaciones conocidas, flashback, historia... una serie de elementos que, creo, la hacen dinámica e interesante, pero sois vosotros y vosotras, amigos y amigas, quienes tenéis la última palabra.

Ha sido un arduo trabajo. Dos años largos pero, al final, con un poco de suerte y un mucho de esfuerzo, se logra la satisfacción y el fruto del trabajo.
Estoy muy ilusionado. Lo he presentado en varios sitios, me han hecho entrevistas y, ahora, solo queda firmar libros en la feria. A pesar de todo ello, he de reconocer que siento cierto vértigo por el cariz que todo ha tomado y la rapidez con la que ha acontecido.

Aquí os lo presento, en este bookttrailer. Solo espero que os guste.


Y hasta aquí, de momento, el secreto mejor guardado.
Muchísimas gracias por dedicarme parte de vuestro tiempo para mostrarme ese punto de apoyo que hace girar mi mundo, y por seguir formando parte de él como hasta ahora. Estoy encantado de contar con vuestra presencia.

Para ver el libro y alguna información adicional, podéis entrar aquí.

jueves, 28 de marzo de 2024

APNEA

Imagen de la red

Éramos un grupo de amigos bien avenidos que, como suele ocurrir en estos casos, las pequeñas disputas venían de nuestras respectivas mujeres. 

—Mirad como plancha Javier. Podíais ir aprendiendo los demás, incluso os puede enseñar. 

Las miradas nos iban para adentro con cierta mezcla de resinación y paciencia. Hacia fuera era falsa sonrisa y mirar hacia otro lado. Era la cantinela de cada encuentro: Javier para arriba y rara vez para abajo.

Es el típico chaval de la pandilla que igual vale para un roto que para un descosido. Hace deporte a diario y siempre nos marca el ritmo de la marcha; da igual andando que en bicicleta. No bebe alcohol salvo en puntuales ocasiones sociales. Es majo, agradable y tranquilo, pero que nuestras respectivas nos lo pongan como ejemplo de todo, nos desquicia.

Decidió invitarnos a una excursión por la presa. Había unas ruinas romanas a poco más de dos metros de profundidad por lo que para nosotros, "ineptos" para lo demás, era tarea sencilla. Javier preparó su cámara.

Juan y Pedro fueron los primeros en lanzarse. Desde la superficie podían verse los restos. El agua estaba clara. Javier se dedicó a sacar fotos desde la barca, inclinándose lo suficiente para meter la cabeza en el agua. Juan salió a la superficie, emocionado, y nos invitó a zambullimos. Por alguna extraña razón, nuestros pensamientos conectaron y empujé a Javier, suavemente y lo justo para hacer la broma de que así podría sacar las fotos más de cerca.

Al rato no salía y Pedro, que aún estaba metido en el agua, se alarmó, tanto como para que nos zambullésemos en su busca.

Y así nos encontramos, en la sala de espera de urgencias del hospital, sentados a la navarra mujeres frente a hombres, bajo sus recriminatorias e incisivas miradas y su devastador silencio. Luisa, la mujer de Javier, ni nos miraba pero con eso lo decía todo.