Jueves de Relatos
La serpiente y la luciérnaga.
Fábula
Cuenta la leyenda, que una vez, una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga. Esta huía rápido de la feroz depredadora, pero la serpiente no pensaba desistir.
Huyó un día, y ella no desistía. Dos días, y nada. Al tercer día, la luciérnaga paró y, fingiéndose exhausta, dijo a la serpiente:
– Espera, me rindo, pero antes de atraparme permíteme hacerte unas preguntas.
– No acostumbro a responder preguntas de nadie, pero como te pienso devorar, puedes preguntarme.
– ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?
– No.
– ¿Te hice algún mal?
– No.
– Entonces, ¿por qué quieres acabar conmigo?
– Porque no soporto verte brillar.
La luciérnaga se atrevió a recabar esa información, porque quería entender la situación que a todas luces le parecía sin sentido.
Una vez enterada de la envidia de la serpiente, se limitó a sonreír y volar más alto y rápido aún, con lo que la serpiente se quedó con ganas de ese bocado tan luminoso que demostró estar fuera de su alcance. En un guiño final de su luz, el bichito alado le gritó a la serpiente, muy encima de ella:
- ¡Es hora de que aprendas a brillar tú misma de un modo tan hermoso que aun nosotras, las luciérnagas, observemos con admiración tu gran resplandor!
En el entorno de cada uno de nosotros, siempre hay serpientes que intentan opacar nuestras ganas, nuestro trabajo, nuestros esfuerzos por estudiar, por mejorar, por avanzar. Son como esa niebla que lo cubre todo, lo moja y empapa, y no siempre es sana, al contrario.
Volemos, elevémonos sobre la bruma, siempre por encima de ellos y con nuestra luz iluminemos su camino para que ellos también puedan avanzar.
Siempre hay alguien que disfruta en el daño gratuito, que lo toma como algo esencial e instintivo de su vida, que precisa de la no opacidad de los demás para rescatar su brillo o potenciar una tibia luz en él, porque hasta los seres más oscuros tienen luz.
Ahí tengo mi serpiente, enroscándose en la pata de mi cama, siseando, olfateándome... Y la percibo en sus intenciones: Medirme para tratar de engullirme....
Me gusta ese planteo.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Demi.
EliminarSiempre es un placer tu visita
Saludos
Muy buena fábula, y con un gran mensaje.
ResponderEliminarEs muy cierto que hay quienes para brillar, necesitan apagar a los demás, y, como bien relatas, deberían ahondar más en ellos mismos porque, aun cuando no sepan verlo, también poseen esa luz…
Hubo un caso, hace ya años, como el que cuentas para cerrar tu fábula. Me impactó muchísimo…
Buena aportación, Charly.
Un placer leerte…
Abrazos, y feliz día.
Todos tenemos luz propia.
EliminarHay que aprender a brillar solos, sin usar la luz de nadie.
Las serpientes son seres oscuros y calculadores.
Un placer tu visita
Beso Ginebra
Me ha encantado la fábula y la reflexión. Nuestro tiempo no es una excepción en cuanto al anuncio catastrofista del apocalipsis, siempre ha sido así, y ahora siguen con esa táctica, de infundir el miedo, para seguir con la extorsión y evitar nuestro desarrollo y nuestro crecimiento.
ResponderEliminarLuchemos contra eso.
Un abrazo.
Como dices Pitt.
EliminarElevémonos y brillemos todos para ver las cosas más claras y crecer ante las adversidades.
Un placer tu visita
Saludos
Muy buena fabula, con una reflexión más que oportuna. y realmente sabia.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Alba.
ResponderEliminarCada uno puede sacar su propia reflexión en tiempos oscuros.
Un placer tu visita
Beso
Es cierto Charly, cada uno tenemos nuestra propia luz y solo tenemos que saber apreciarla y hacerla lucir. Pero hay personas que en lugar de buscar la suya prefieren apagar la de otras personas. Y el problema, es que hay personas que terminan sucumbiendo y apagando su propia luz.
ResponderEliminarUn beso!
Puede que lleves razón también y es una pena.
EliminarGracias por comentar
Un placer tu visita Carmela
Beso
Me ha encantado tu fábula, el mensaje que transmite y es que es cierto. Hay quien odia ver el brillo de otros y sin más, se dedican a opacar tal luminosidad obviando que ellos mismos también pueden brillar sin más. Te felicito, Charly.
ResponderEliminarMil besitos para ti y feliz noche.
Gracias por tu comentario Auro.
EliminarTodos podemos hacerlo a nuestra manera.
Un placer siempre tu visita.
Besos
Que buena fábula nos has contado, y mi reflexión es que la envidia anda suelta por ahí, haciendo de las suyas, pero hasta para ellos los envidiosos hay que tener paciencia y dejarles que vean que ellos también tiene su luz, pero no saben aprovecharla. Gracias Charly hoy has estado muy espiritual ...muak Gracias y feliz noche.
ResponderEliminarLa envidia es el deporte nacional de este país, y supongo que de muchos otros.
EliminarGracias por tu comentario Campirela
Un placer tu visita y remuakk
Besos
Es una bella fábula.
ResponderEliminarSiempre hay una serpiente que pretende engullirnos, opacarnos, hacernos daño, sin darse cuenta que el mal mayor se lo hacen a ellos mismos.
A brillar sin importar cuanta luz haya.
Me encanto!!
Un abrazo :)
Gracias Cecy por tu comentario.
EliminarNo tenemos que perder demasiado tiempo en los demás. Brillemos.
Un placer tu visita
Beso
Creo haberte dejado comentario pero como no estoy segura vuelvo a comentarte. Una fábula que te hace pensar que para brillar tu no hace falta pisar a nadie más.La envida es un mal que lo único que nos lleva es a la destrucción del uno mismo, pues ella no te hace ver lo bueno, porque lo hay en cada uno de nosotros. Me gusto como afrontaste el reto de este Jueves. Un abrazo, espero que este suba a la palestra ajja.
ResponderEliminarHan subido los dos y Gracias dobles.
EliminarLa envidia es deporte nacional
Un placer volver a tenerte, estoy de suerte.
Besos
Que hermoso cuento mi amigo,
ResponderEliminarsinceramente me agrado muchísimo,
para aquellas personas que siempre
hay por el mundo queriendo opacar
el brillo de los demás,que bonita
tu aportación mi amigo, bravooo Charly.
Besitos dulces
Siby
Me sonrojas Siby, Gracias.
EliminarUn placer tu visita
Beso
Que se mantengan lejos de ti las serpientes chupadoras de creatividad e ilusiones. Conozco a unas cuantas y su baza es la procrastinidad con la que te impiden lograr tus metas por pura envidia. ¡Cúidate! Gracias por participar y un abrazo
ResponderEliminarGracias a ti Doro.
EliminarTodos tenemos rondando algún reptil.
Un placer tu visita
Beso
Bonito relato.
ResponderEliminarBesos.
Gracias por comentar.
EliminarUn placer tu visita
Beso
¡Cuánto mal causa la envidia! Que bueno y productivo sería que cada uno brillará con su propia luz. El mundo andaría mucho mejor entonces.
ResponderEliminarTu fábula viene muy bien especialmente en estos tiempos.
Un abrazo
Seria genial sumar las luces de todos y brillar más el mundo.
EliminarGracias por tu comentario Myriam
Un placer tenerte
Beso
La luz propia suele opacar y provocar envidia en quienes sólo sirven para reflejar y encandilarse con la luz de otros. Por eso agreden cuando no son capaces de generar ni una chispa. Muy buen aporte, Charly. Un abrazo
ResponderEliminarEs una pena, pero así somos.
EliminarGracias por visitarme Neo.
Beso
Algunas personas no se dan cuenta del dolor que producen cuando hacen de serpientes. Su luz se apaga, invadiendo todos los espacios...Buena fábula la que nos regalas, un placer leerte.
ResponderEliminarSaludos.
Nuestro lado oscuro a veces brilla más que el claro y cubre demasiado espacio en el mundo.
EliminarGracias por comentar y visitarme Lucia.
Besos
Que gran mensaje nos regalas con esta fábula, que bueno el relato, me ha gustado muchísimo!
ResponderEliminarUn abrazo.
Eres muy amable gracias.
EliminarUn placer tu visita M.
Beso
Me ha gustado la fábula. Y es cierto que siempre hay quién se centra más en la envidia por lo demás, que en los logros de sí mismo. Es una especie enroscada en el día a día y al final toma esa naturaleza de destruir. Lo mejor que se puede hacer es volar, igual que hace la luciérnaga, lo más alto y lejos posible.
ResponderEliminarUn beso.
Así es V. lo mejor es elevarse, volar y brillar.
EliminarUn pacer tu visita
Beso
Es una fábula que encierra una importante enseñanza que si la aprendemos estaremos contentos con nuestra propia luz que además nos parecerá la más bonita de todas y dejaremos de envidiar la de los demás.
ResponderEliminarMe gustó mucho leerte.
Debemos cuidar, mimar y querernos con nuestra luz, tal cual somos.
EliminarEse es el secreto de cierta felicidad.
Un placer tu visita
Beso
completamente de acuerdo con Campi. es el pecado capital favorito de este país. hundiendo os unos a otros
ResponderEliminarSaludos charly
Qué le vamos a hacer.
EliminarSolo podemos volar más alto y brillar.
Un placer tu visita Gabi.
Saludos
Pero que buena fabula!! Copiada de la vida misma, y el final con la serpiente enrollándose no tiene desperdicio. Muy bueno, besos.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
EliminarLas serpientes no saben hacer otra cosa va en su instinto.
Hay que volar alto para no dejarse medir.
Un placer tenerte Molí
Beso
Hola Charly muy buena moraleja y muy certera, espero que tu serpiente
ResponderEliminarNo sea una anaconda o una boa, te deseo una feliz noche besos de v... Flor.
Gracias por comentar.
EliminarTodos tenemos alguna serpiente rondando, No crees?
Un placer tenerte por aquí
Besossssssssshhhssssss
Eso me tocó de cerca hace unos años, de haber podido, le hubiese dado la mano y emprenderíamos el vuelo, no siempre es posible.
ResponderEliminarUn buen relato con una buena enseñanza.
Beso, Charly
El objetivo equivocado es querer apagar el brillo de otros y es imposible cambiarlos de opinión.
EliminarUn placer tenerte por aquí.
Besos
Dicen la buenas lenguas que el envidioso no quiere lo que tú tienes, sólo quiere que tú no lo tengas.
ResponderEliminarUna preciosa fabula, con la que aprender a dejar a los demás tranquilos que brillen en la medida que puedan.
Un abrazo
EliminarTambién es aprender a brillar con nuestro propio brillo.
Un placer tu visita Charo.
Besos
Me ha encantado... es muy muy cierta. No sabe la gente que no necesitamos compararnos. Un beso grande
ResponderEliminarDesde luego tu brillas sola.
EliminarGracias por comentar Ade.
Un placer tu visita
Besos
me gusta como escribes
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
ResponderEliminarUn placer tu visita.
Beso