A propósito de Charly

viernes, 20 de enero de 2023

CON FIANZA


La primera vez que conocimos, al final de la noche, intimamos en mi coche. La semana siguiente volvimos a vernos y nos dijimos nuestros nombres de nuevo —tal vez no los recordábamos o quisimos asegurarnos. Ella era más joven, no hablamos de las edades ni de nuestras vidas privadas, tan solo preguntó si tenía algún apaño serio, a lo que respondí negando y ocultando que estaba separado—. Nos recorrimos más despacio y, ambos, disfrutamos más intensamente.
En la siguiente ocasión, la llevé a mi apartamento. Tan solo coincidíamos los fin de semana y follábamos sin descanso. 
Una de esas, sentada sobre mi cuerpo, desnuda, acalorada y entregada, me susurró:

 —Cuando tengamos más confianza te invitaré a un café en mi casa. 

Solo puede sonreír visualizando la escena. Para tomar un café hay que tener confianza, pero para follar...

martes, 10 de enero de 2023

VISTAS




Mi vecinita andaba rondándome como una gata en celo desde la última visita de Min, mi guapa coreana. He recibido una postal de felicitación de año, me dice que está muy feliz y alargará su estancia unos meses más en su país, hasta que nazca su nuevo hijo.
Algo sospecha la vecinita después de leer mi postal y saber de nuestros encuentros intensos. Apoyada en mi ventana, insinuándose descaradamente, me pregunta sobre el asunto mientras saluda desde allí a su nuevo novio. Comentando acto seguido las buenas vistas que tengo. Le doy la razón aunque vemos cosas diferentes.
Me pegué a su espalda haciendo que notase toda mi esencia. Advirtiendo que su novio la miraba de vez en cuando. La situación era excitante mientras la embestía ferozmente. Por su parte, hacía esfuerzos para que no se notará.
 Estaba a punto de llamar al portal, cuando me vacié en su sexo, con furia.
 — Ahora abre si te atreves, la reté.
 —¿Qué te pone más, tu china y sus mentiras o el morbo que te provoco?—pervertido, me llamó sonriendo.
 Salió a buscarlo a la calle y ante mis ojos lo besó con todo el descaro del mundo. Por sus piernas bajaban ríos de plata, como pruebas convincentes, aunque algo efímeras.