Jueves de relato
No la vimos venir pero el estruendo al chocar contra el cristal, nos sobresaltó. Su forma quedó impresa como una foto vieja, incluidas las plumas.caer y salir volando a duras penas, quedó en el cristal su forma, como una foto vieja, incluso plumas. Pensé que la paloma había sido atacada por alguna rapaz porque detrás de mi casa ya todo es monte. Salió volando aturdida y ahí quedó todo.
Un año después, caminando por una plaza de la ciudad, oímos su revoloteo y silbido apurado. Por alguna extraña razón, tropezó con el árbol y cayó al suelo apenas un metro más allá de nosotros. Solo comenté: "¡Estas palomas están zombi!. Pese a todo, remontó el vuelo.
Algunas cosas raras fueron pasando. Rayó mucho a mi pareja y empezó a hacer curiosas elucubraciones. Reconozco que me hizo plantearme algunas cosas. Una noche, regresando a casa, una paloma cayó muerta cerca. Por muy dormida que estuviera, no era normal que se cayera de la rama sin una causa lógica. Tampoco había oído ningún disparo.
Con la perspectiva del tiempo, me he dado cuenta de que aquellos sucesos -no por una paloma, ni por dos. No solo a mi lado, sino en otras partes- antecedían a algún tipo de tragedia, catástrofe o desgracia. Y he llegado a una conclusión: la Historia no se puede cambiar, solo repetirse o empeorar. Estúpidos ya somos, ahora solo cabe esperar el convertirnos en zombis.