A propósito de Charly

martes, 4 de agosto de 2020

MARINA

Marina fue la primera lectura de mi antigua normalidad de Ruíz Zafón. Así conocí a este maravilloso escritor con alma y del que soy fan, compartí opiniones mientras lo estaba leyendo. Creo que eso enriquece pero, a veces, también distorsiona. Cada uno vemos el universo con ojos diferentes pero hace el camino mucho más apasionante siempre y cuando no te dejes llevar demasiado por impresiones ajenas.

Su final para algunos era lo que menos gustó. Para mí, en cambio, fue lo que más me sorprendió y me dejó ese sabor que te atrapa como al mejor de los recuerdos. Podría decir que "me encantó".
Cada cual vive los libros a su manera, atrapa el alma del lector y lo haces tuyo.

Así como en La sombra del viento, su principio siempre lo recordaré y caí en sus páginas desde la primera, con Marina me sucedió todo lo contrario. Pero como a muchas otras cosas, un poco de aguante, un pasito más..., y la perspectiva puede ser diferente.

Las dos portadas para esta magnífica historia

Marina es uno de esos argumentos por donde vas directamente de la mano de sus personajes. Con ellos sigues pistas, enigmas e incertidumbres, lugares misteriosos y abandonados de una Barcelona de mitad del s. XX (1980), que despiertan la imaginación, y te ves acompañado de personajes secundarios que enarbolan toda la historia que, en algunos momentos, es como una locura que te atrapa como una mosca en una tela de araña.
Es un tributo a la adolescencia, al descubrimiento de uno mismo, a esos primeros amores y su complicidad y complejidad y a esos pasos que dejan huella de una realidad que se pospone y renace como nueva años más tarde.

Óscar y Marina son los protagonistas principales pero rivalizan con la extraña y siniestra personalidad de otro personaje, Mijail Kolvenik. Dos historias entrelazadas. Una con mayor peso, la de los jóvenes -principio y fin- que descubren juntos el mundo entre arrabales y callejuelas de una Barcelona llena de sombras e incógnitas, un escenario perfecto con palacetes modernistas y edificios abandonados, y otra -entre medias-, la de la enigmática vida de ese hombre que habla de "mariposas negras", que viviendo la locura de superar a la muerte y los errores de las deformaciones humanas termina convirtiéndose en una bestia. Os recordará a alguien.

Y de todo ello, la historia gótica que os atrapará, casi seguro, como a mí. Tal vez no os cambié la vida como a Óscar pero sí habréis disfrutado de una narrativa simplemente, maravillosa y llena de puro sentimiento.

Si la habéis leído, ya me contaréis. Si no, aquí os dejo la invitación.